sábado, 13 de marzo de 2010

Hola yo soy emilio

Hola como están yo soy Emilio y vivo en Querétaro voy en la escuela secundaria numero 26 y acontinuación verán algunos poemas que me encargo de tarea la maestra de español por cierto es muy buena maestra se llama Anaid

A LAS FLORES

Prole gentil del céfiro y la aurora,
nacida con el don de la belleza;
gracias con que la gran naturaleza
ríe, y su augusta majestad decora

La luz del sol, que el universo dora,
no tanto de su frente en la grandeza,
cuanto en vosotras linda se adereza,
y con matiz más gayo se colora

En el campo del éter las estrellas
son flores celestiales, y en el suelo
vosotras sois estrellas de colores

Tan puras sois, en fin, al par que bellas,
que pienso que del mundo el claro cielo
no tiene cosas más... que alma y flores





EL AMOR

el amor por ti es como mil soles
que no se pueden contar con un dedo
este amor cada vez arde mas por ti
no resistiria mas sin ti
amor vuelve a mi
amor regresa a mi

mas esta palabra cerrara nuestro amor
TE QUIERO MUCHO
yo siempre espere en ti mas mi amor
no todo eres tu espero que regreses
mas yo te amare siempre te amo

bueno grasias por leer estos poemas acontinuacion podran leer unos cuentos



El Muñeco de Nieve

Habia dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recien formada.
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas habiles, se entrego a la tarea de moldearla.
Hare un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.
Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbon y un boton rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtio al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes dias de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...
Pero pronto los dias empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El muñeco se fundio sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un boton rojo. La niña lloro con desconsuelo.
Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran leccion: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.


Fin


Nuez de Oro



La linda Maria, hija del guardabosques, encontró un día una nuez de oro en medio del sendero.
-Veo que has encontrado mi nuez.
Devuelvemela -dijo una voz a su espalda.
María se volvió en redondo y fue a en- contrarse frente a un ser diminuto, flaco, vestido con jubón carmesí y un puntia-gudo gorro. Podría haber sido un niño por el tamaño, pero por la astucia de su rostro comprendió la niña que se trataba de un duendecillo.
-Vamos, devuelve la nuez a su dueño, el Duende de la Floresta -insistió, inclinándose con burla.
-Te la devolveré si sabes cuantos pliegues tiene en la corteza. De lo con-trario me la quedaré, la venderé y podré comprar ropas para los niños pobres, porque el invierno es muy crudo.
-Déjame pensar..., ¡tiene mil ciento y un pliegues!
María los contó. ¡El duendecillo no se había equivocado! Con lágrimas en los ojos, le alargó la nuez.
-Guárdala -le dijo entonces el duende-: tu generosidad me ha conmovido. Cuando necesites algo, pídeselo a la nuez de oro.
Sin más, el duendecillo desapareció.
Misteriosamente, la nuez de oro procuraba ropas y alimentos para todos los pobres de la comarca. Y como María nunca se separaba de ella, en adelante la llamaron con el encantador nombre de 'Nuez de Oro".



Fin

1 comentario:

Español con Sentido Formativo dijo...

Muy bien, son lindos poemas, sólo te faltó mencionar el nombre del autor. También me hubiera gustado alguna opinión personal o que compartieras con nosotros el por qué elegiste estos poemas, qué fue lo que llamó tu atención, en fin, saber más de lo que tú quieres expresarnos.

Muy bien.

Saludos.

Publicar un comentario